
NotiColombia Press
A pesar de los esfuerzos de Uribhiitler y su séquito de perversos, la Paz se ha hecho sentir nuevamente en Colombia. El fin de semana sesionó en Cali el Encuentro Nacional e Internacional por el Intercambio Humanitario y la Paz. Decir qué pasó se lo dejamos a los panelistas, especialmente a dos de ellos:
* “Nuestra función es fortalecer la unidad en dirección de la izquierda”: Carlos A. Lozano Guillén
* “¡Crear comités de acuerdo humanitario y paz por todo el país!”, propone Piedad Córdoba Ruíz
Ello nos demuestra que es muy cierta la sentencia de la senadora Piedad Córdoba: ”La Paz vino para quedarse”. Ello es así porque el sentimiento de Paz de los colombianos no tiene parangón. Aún en las situaciones más dolorosas que produce la guerra decretada por el régimen colombiano y el imperio Yanki, nuestro pueblo saca fuerzas de donde no tiene y cada acto por la paz lo convierte en un acto de alegría por y para vivir la vida.
Es esa alegría de vivir lo que motiva a seguir luchando por la Paz. Que significa en primer lugar el respeto del derecho de la vida, porque sin vida es imposible vivirla. Y vivir la vida es vivir en condiciones adecuadas de salud, educación, vivienda digna, servicios públicos adecuados, y claro, es también vivir la alegría, es gozar el baile, es disfrutar el goce.
Por ello, hoy estamos regocijados. Tremendamente regocijados. La Paz en Colombia no está sola. Tiene amigos, compañeros, camaradas, compañeros de lucha. Y lo decimos sin el eufemismo del género porque somos seres iguales con una única diferencia biológica pero iguales en nuestros deseos de vivir la vida.
Nos alegra sobremanera que, además, la Paz sea una bandera de las insurgentes FARC. Èstas coincidencias son la que levantan ampollas de los trogloditas de la guerra. Queremos la Paz. Las FARC quieren la Paz. El pueblo colombiano quiere la Paz. Solamente el circulito mafioso-paramilitar de la Casa de Nari y el imperio quieren la guerra.
Mas al deseo de guerra le contraponemos la voluntad por la Paz. Una voluntad indoblegable. Indeclinable. Como el pueblo mismo. Caminemos con nuestras manos enlazadas que la Paz no está sola.
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