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miércoles, 9 de septiembre de 2009

Plan Colombia, Marulanda y política de paz de las FARC-EP


jueves, 29 de mayo de 2008

El papel de Manuel Marulanda en los diálogos de Paz. La política de paz de las FARC-EP.

Por Allende La Paz

La paz tan anhelada por todos los colombianos, pareciera que se torna cada mes más lejana. Más sin embargo, hay unos tozudos que están luchando por la paz –con justicia social- todos los días de su vida. Algunos con más dedicación que otros. Entre los que le dedican las 24 horas del día, con sus minutos y segundos, a la consecución de la paz están las Fuerzas Armadas Revolucionarios de Colombia, ejército del pueblo –FARC-EP-.

Las FARC desde su nacimiento está planteando la necesidad de una salida política al conflicto social y armado que vive nuestro país por culpa de la oligarquía, quién sigue gustosa y cipayamente los dictados de los centros de poder del imperio estadounidense. En el trasegar diario de la lucha se fue dando cuerpo lo que se llama ‘la política de paz de las FARC-EP’.

Es necesario recordar que las FARC siempre ha dicho que cuando el ataque a Marquetalia: "Nosotros fuimos a todas partes donde había puertas para golpear en procura de auxilio para evitar que una cruzada anticomunista, que es una cruzada contra nuestro pueblo, nos llevara a una lucha larga y sangrienta”.

Sus voces, su reclamo, no fueron escuchados, siendo obligados los 48 campesinos de Marquetalia (Tolima) -2 mujeres entre ellos-, a alzarse en armas e ir dándose formas organizativas y aprendiendo en la práctica la guerra de guerrillas, para cumplir con su accionar transformador ‘sobre la marcha’. Decían los marquetalianos: "Nosotros somos revolucionarios que luchamos por un cambio de régimen. Queríamos y luchábamos por ese cambio usando la vía menos dolorosa para nuestro pueblo: la vía pacífica, la vía de la lucha democrática de masas. Pero esa vía nos fue cerrada violentamente con la guerra, y como somos revolucionarios, que de una u otra manera jugaremos el papel histórico que nos corresponde, obligados por las circunstancias nos tocó buscar la otra vía: la vía revolucionaria armada para la lucha por el poder”.

Y desde entonces las FARC han continuado enarbolando como una bandera la ‘política de paz’, convertida en un reclamo estratégico de los guerrilleros por el bien común de los colombianos. Este reclamo ha sido torpedeado por los mismos enemigos que siempre ha tenido la Paz en Colombia: El gobierno de Estados Unidos y la oligarquía colombiana que desde el Estado adelanta la guerra contra el pueblo colombiano, a través del Terrorismo de Estado aplicado por las fuerzas militares-narcoparamilitares oficiales.

Manuel Marulanda fue uno de los grandes impulsores de la búsqueda de la Paz a través de los diálogos con el gobierno nacional. Su figura estuvo siempre ahí en primera fila del combate político por una paz con justicia social. En los acuerdos de Cese al Fuego en Casa Verde, en los diálogos de Caracas y Tlaxcala, en el Caguán, siempre batallando incansablemente por alcanzar el preciado anhelo de los colombianos. Siempre queriendo construir otra Colombia.

Manuel Marulanda tozudamente decía en el Caguán que “la guerrilla abandonará el diálogo con el gobierno sólo si sus posiciones en la zona desmilitarizada son atacadas. Tenemos voluntad de paz y sólo nos retiraremos de la mesa de diálogo cuando caigan las primeras bombas”.

Al tiempo señalaba enfáticamente que el proceso de paz “se le volvió una papa caliente al presidente Andrés Pastrana, porque los altos mandos militares y el gobierno de Estados Unidos quieren la guerra. Ayer fue el collar-bomba (mató una hacendada en junio de 2000 y habría sido colocado por los servicios de inteligencia con ayuda paramilitar), hoy son las acusaciones contra la zona desmilitarizada, mañana será otra cosa, ya que la presión de los militares y de Washington es muy fuerte (…) Entonces, Pastrana parece distanciarse de un proyecto político democrático”.

Nacía el Plan Colombia diseñado en los centros de poder de Washington para torpedear el gran laboratorio de paz jamás realizado en Colombia. Los temas abordados por los ‘temáticos’ llegaban a todos los sectores de la sociedad colombiana, quienes realizaban largos y fatigosos viajes para asistir al diálogo franco, fraterno, respetuoso con las FARC. Negros nubarrones comenzaban a vislumbrarse contra este noble experimento, pero a pesar de todo Manuel Marulanda se veía radiante, en tanto Bill Clinton elaboraba su plan de guerra.

No era para menos. Se había producido el lanzamiento del Movimiento Bolivariano por la Nueva Colombia, realizado el 29 de abril de 2000 en San Vicente del Caguán. “Hicimos un acto político-cultural con participación de 40.000 personas que terminó en una tremenda rumba (baile) a la que no me dejaron ir por razones de seguridad, sin que se presentara una riña y ninguna persona saliera lesionada”, señalaba Marulanda, orgulloso del respaldo campesino. “Además, tal vez dentro de algunos años, si existen condiciones para la actividad política abierta, la guerrilla pueda realizar un acto en una ciudad grande. El reto será movilizar 100.000 personas, aunque falta aún para ello. No es momento porque ni siquiera se ha evacuado el primer punto de la agenda común que tenemos con el gobierno, que corresponde al desarrollo económico y generación de empleo", decía el Comandante guerrillero.

Marulanda es consciente de las trabas que el mismo gobierno impulsa: "Por ejemplo, en este momento está prácticamente paralizada la Mesa y no es nuestra responsabilidad; estamos a la espera de propuestas sobre el canje de prisioneros y el cese de fuego. Los representantes oficiales siempre dicen que ya va a llegar un documento con las propuestas y que lo traerá Camilo Gómez, pero hasta el momento nada ha llegado. Vamos a ver si en las próximas reuniones previstas llegan las tan anunciadas propuestas", manifiesta. Igualmente Marulanda es consciente que el gobierno no quiere adelantar ningún diálogo, ni siquiera una discusión sobre un tema sensible para los colombianos: el narco-paramilitarismo. Máxime ahora cuando ya conoce que el Plan Colombia tiene apoyo del gobierno estadounidense y comienza a manifestarse el más burdo saboteo de la cúpula militar colombiana a los diálogos del Caguán: “Me preocupa el lenguaje guerrerista de algunos. Si somos bandidos, bandoleros y secuestradores como dicen quienes nos atacan, ¿para qué dialogar con nosotros?”, decía por esos días.

El Plan Colombia es el plan de guerra que la administración estadounidense atravesó contra los diálogos del Caguán, un programa de guerra, porque impulsa una salida militar al conflicto, y el gobierno Pastrana en ningún momento estuvo interesado en pagar los costos de una paz como la planteada por las FARC como lo prevee Marulanda al decir que “En el interés del gran capital no está la democratización del país y mucho menos una apertura política y social”.

Conocedor profundo de la situación colombiana, Marulanda sabe hacia dónde conducen los diálogos en el Caguán: "Muy poco espacio le queda a la Mesa de Diálogo, porque cualquier pretensión de buscarle soluciones a los temas de la Agenda Común, choca con los propósitos guerreristas del Plan Colombia. A nadie le cabe ninguna duda que este plan es contrainsurgente y que a pocos kilómetros del Caguán está la base militar de Tres Esquinas, donde 12.000 soldados esperan acuartelados, para actuar no propiamente contra los cultivos ilícitos y el narcotráfico. El esfuerzo que hemos hecho se está perdiendo, porque una vez más la clase dominante colombiana se echa en brazos de la potencia norteamericana. Siempre los gringos han estado detrás de los obstáculos en los intentos para buscar la paz en Colombia", le diría el Comandante guerrillero a Kinto Lucas.

"En estas condiciones qué modelo alternativo puede surgir de la Mesa y qué reformas avanzadas y progresistas le darán fuerza y perspectiva a la solución política del conflicto", dice Manuel Marulanda reflejando en esta corta frase toda la política de paz.

Como lo previó el comandante guerrillero, el Plan Colombia se convirtió en el plan militar para imponer la dominación de los Estados Unidos, a través de sus otros mecanismos, Alca, TLC, Plan Puebla-Panamá, etc. A Andrés Pastrana le sucedió en la Casa de Nariño el narco-paramilitar Álvaro Uribe Vélez.

Para Manuel Marulanda la situación estaba extremadamente clara y sabía qué vendría una vez puesto en práctica el Plan Colombia. Su genialidad política-militar lo llevó a preparar a su ejército, ejército del pueblo, para largos años de lucha, de combates armados. Con celeridad comenzó la preparación de la guerrillerada y los mandos en escuelas de todo tipo: básica, de mandos medios, de mandos superiores.

Los diálogos del Caguán permitieron a Manuel Marulanda, el conductor de hombres y mujeres, presenciar muchas de las realizaciones de su genio. Laboratorio de Paz. Diálogos para solucionar el conflicto social y armado. Y por sobre todo, poder ver en toda su dimensión parte su ejército, realizando paradas militares en el Caguán. Paradas apoteósicas, que inyectaban de optimismo al pueblo que tuvo oportunidad de presenciarlos y de miedo a la oligarquía reaccionaria y timorata. Todas estas acciones sólo harían reafirmarse en sus opiniones y visiones que sobre la Nueva Colombia tenía el Comandante en jefe de las FARC-EP.

Posteriormente escribiría en uno de sus mensajes escribía: “Las FARC en sus cuarenta años de vida y recorrido histórico hasta donde se tiene conocimiento ningún gobierno liberal o conservador del bipartidismo, han buscado solución política efectiva al conflicto social y armado con otros movimientos anteriores. Todo el esquema político de los gobernantes para negociaciones ha utilizado la Constitución y las leyes como barrera sin que nada cambie para que todo siga igual y han girado alrededor de la entrega de armas, desmovilización e incorporación a la vida civil sin garantías de ninguna naturaleza y resuelto esto, ahí si a rebuscarse cada uno el sustento como puedan; no quedándole a los desmovilizados sino el camino de engrosar las filas de los desocupados en ciudades y campos, dispuestos a aguantar hambre y a soportar miseria. Estos señalamientos son parte del análisis sobre la política de paz que no fructificó para bien de todos los colombianos porque faltó voluntad política e interés de invertir dinero en la paz.

Ahora viene un nuevo experimento del Estado apoyado por todos los resentidos de diferentes matices contra la política de paz de Pastrana porque no lograron el objetivo de desmovilizar las FARC y se abre el nuevo capítulo de guerra total contra el pueblo que lucha por mejores condiciones de vida no desde ahora sino siempre de acuerdo al pasado en la historia de Colombia. Convencido el gobierno, los resentidos y guerreristas de oficina que era la única forma de acabar con la guerrilla y solucionar no solo el conflicto social y armado sino toda la problemática nacional de orden político, económico, social, cultural y ambiental mediante la contribución del Parlamento con la aprobación de las Reformas y leyes anti-democráticas que le permitieran gobernar a Uribe sin dificultados por 4 años, con aspiraciones a gobernar otros 4 años utilizando todos los recursos del Estado en sobornar e instalar en departamentos y municipios sus agentes incondicionales como paramilitares red de cooperantes, al servicio de la campaña electoral, para darle continuidad a la guerra que no existe, según sus palabras en distintos foros nacionales e internacionales” decía Marulanda en carta enviada a Álvaro Leyva Durán.

La paz quedaba aplazada una vez más por la cobardía y la avaricia de una oligarquía cipaya a los dictados del imperio estadounidense. Pero el genio guerrero sabía que los procesos son dialécticos y continuó en su brega, con una nueva bandera diseñada por él mismo, la cual acompañaría la bandera de la paz: El Intercambio o Canje de Prisioneros. En gracia del desarrollo de este punto vemos hoy día el enorme aislamiento internacional del régimen narco-paramilitar colombiano.

Los tiempos de la guerrilla son los tiempos de Manuel Marulanda, quien enseñó a sus guerrilleros a tener profundo respeto por los tiempos de la naturaleza. Todo tiene su tiempo y su momento. Y cada cosa que se haga en el día de hoy contribuirá con la causa final de los oprimidos: el triunfo de la causa revolucionaria, el triunfo de la causa del pueblo, el triunfo de la Paz.

Por eso vemos hoy que las FARC ante la muerte de su Comandante en Jefe, designó su reemplazo como si ya el camarada Manuel lo hubiera previsto y el Secretariado Nacional designó los cupos vacantes, como lo hubiera hecho en vida de Manuel, y todas las FARC han reafirmado su indeclinable voluntad de alcanzar la Paz con justicia social, y concretar el Intercambio Humanitario.

Por tales razones nadie puede llamarse a engaños. La política de paz de las FARC-EP es una política organizacional que nace de lo más profundo de su sensibilidad revolucionaria. Los revolucionarios del mundo acompañamos a las FARC en sus propósitos de conquistar la Paz en Colombia.

Modificado el lunes, 02 de junio de 2008

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Sin Uribes no habrían FARC


miércoles, 09 de julio de 2008

Es una costumbre de la oligarquía colombiana presentar las cosas al revés para así sacarle el esguince a sus responsabilidades como clase y como detentadora del poder. La más cruel violencia contra el pueblo es practicada por la oligarquía colombiana.

Allende La Paz

Siempre hemos señalado en nuestros artículos que desde los inicios de la llamada ‘Violencia’ desde antes de 1948, la oligarquía colombiana ha ejercido el poder de manera violenta, al punto que diversos investigadores y el Partido Comunista Colombiano han concluido que ‘la violencia en el ejercicio del poder ha sido consustancial con el modelo de acumulación capitalista en Colombia’.

Igualmente hemos señalado reiteradamente que la base de ese ejercicio violento está en la Doctrina de Seguridad Nacional (DSN) y sus sucedáneas, Doctrina del Conflicto de Baja Intensidad y Documentos Santa Fé I, II, y IV, que convirtieron al pueblo, campesino, indígena, obrero, estudiante, mujer, en ‘enemigo interno’ y por ello llegan a las zonas a arrasar todo como un ejército invasor, como en realidad lo es.

Estás doctrinas fueron elaboradas en su parte fundamental en 1962, pero ya los militares colombianos tenían un largo camino recorrido desde 1928, como nos señala Hernando Calvo Ospina en su libro “Colombia, laboratorio de embrujos’. O sea, que el imperialismo estadounidense y la oligarquía lacaya colombiana ya habían creado el esperpento antes del nacimiento de las FARC en 1964. Y el ataque a Marquetalia era precisamente ‘el laboratorio’ que necesitaban para ‘probar’ la mencionada DSN, con tan mala fortuna, inteligencia y planificación que lo que pensaron era ‘un bocado’ les resultó en una guerra de guerrillas que ha llegado hasta un ejército irregular de –no sabemos- 10, 15, 20 mil guerrilleros.

Por ello, con los subsiguientes gobiernos se derrotaba la promesa incumplida desde Guillermo León Valencia: derrotar la insurgencia armada (ver el artículo “La guerra permanente en Colombia. Ni un instante de paz. De Marquetalia al Plan Colombia.”). En este artículo planteábamos también: “Han pasado 17 períodos presidenciales. Han pasado incontables cúpulas de las fuerzas militares colombianas. Todos han soñado con ‘acabar con las FARC’. Todos han estado, según su particular modo de ver la realidad, en “el principio del fin de las FARC”, mas todos pasan, todos terminan sus períodos, algunos mueren, y las FARC están ahí, vencedoras, revolucionarias, diciéndole al mundo que es imprescindible la solución política al conflicto social y armado, que necesitan su concurso.

…Planes vienen, planes van. Y en la base de esos planes la Doctrina de Seguridad Nacional (DSN), encayada contra el deseo y querer de los colombianos. DSN que es la línea conductora de la injerencia militar de Estados Unidos. Guillermo León Valencia tuvo su Plan LASO, Julio César Turbay Ayala tuvo su Estatuto de Seguridad, César Gaviria Trujillo tuvo su Plan de Guerra Integral, Andrés Pastrana su Plan Colombia, Álvaro Uribe Vélez (2 períodos), su Plan Patriota y Plan Consolidación –con ‘seguridad democrática’-, continuidad del Plan Colombia”.

Es esta la razón de la existencia de las FARC-EP. El imperio estadounidense y la oligarquía lacaya han agredido –y agreden- al pueblo colombiano para imponer sus políticas económicas a través de sus planes militares, utilizando las más crueles prácticas contra un ser humano: torturas, desapariciones, masacres, pistoleteo, motosierra, mochacabezas. Políticas económicas que significan la más bárbara expoliación de nuestros recursos naturales: Petróleo, níquel, oro, carbón mineral, agua, biodiversidad, genes, café, etc, etc, a través de los ALCA, Plan Puebla-Panamá, los TLC. Planes militares que suman el Terrorismo de Estado en su variante militar-narcoparamilitar con el fin de impedir el avance popular y su sintonía con la insurgencia armada. Riquezas para ellos y miseria, hambre y muerte para el pueblo.

Pero el pueblo no ha aceptado sumisamente las imposiciones gringas. Ha respondido creadoramente ‘combinando todas las formas de lucha de masas’, incluyendo lógicamente la lucha armada. Y es precisamente –y paradójicamente- la lucha armada la única que les preserva la vida a los combatientes. La Unión Patriótica fue exterminada en el único genocidio contra organización política de que tenga registro la historia. Y el exterminio continúa. Van alrededor de 100 mil muertos desde 1964. 30 mil asesinados mediante masacres, desapariciones y ejecuciones extrajudiciales con el inicio del Plan Colombia durante la administración de Andrés Pastrana. Más 11.282 asesinados ‘fuera de combate’, 85% de ellos realizados por las fuerzas militares-narcoparamilitares del estado colombiano durante el ‘gobierno’ ilegal e ilegítimo de Álvaro Uribe Vélez.

El pueblo colombiano no se arredra, lucha de todas las formas posibles, y si no es posible pues inventa las formas imposibles. Por ello la solidaridad latinoamericana es esencial para su fortaleza, para su decisión. Más en momentos en que la mediatización adelantada por los medios terroristas mediáticos colombianos –El Tiempo, Caracol, RCN, Semana, Cambio, etc, etc-, pretende acallar la voz popular y de la insurgencia armada toda vez que en el campo de batalla la cuestión es a otro precio. Y nuevamente la OEA juega su papel pero no tiene memoria para mencionar siquiera y menos condenar, aunque sea de la manera tibia, las desapariciones forzados, las masacres, los asesinatos extrajudiciales, el desplazamiento, el exilio, etc.

En los actuales momentos se convertía en una imperiosa necesidad para la guerrilla colombiana –y no solamente las FARC, sino también ELN y EPL-, y para el pueblo en su conjunto, que fuera el propio Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz, quien aclarara lo planteado en una de sus Reflexiones. Porque nosotros entendíamos –y entendemos- muy bien lo planteado por el Comandante y lo que quiso significar. Pero no es lo mismo que lo diga el Comandante Fidel Castro a que lo diga un ‘don juan de los palotes’ como yo.

Para nosotros es claro que en los momentos actuales en Cuba no es necesaria ‘la lucha armada’ porque es precisamente el pueblo quien ejerce el poder en nuestra amada Isla y quien tiene naturalmente el monopolio de las armas. En Cuba está fuera de lugar que ‘alguien’ pretenda impulsar cambios en el poder por medio de las armas. Además porque el pueblo cubano tiene todos los canales para proponer ‘cambios’ a través del Partido Comunista, Comités de Defensa de la Revolución, sus organizaciones gremiales, juveniles, de trabajo, etc. Y pretender establecer ‘cambios’ a través de la lucha armada en Cuba es un sueño del imperio y de la ‘gusanera maiamera’. Si lo intentaran otra vez sería el pueblo cubano, como pilar de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) cubanas, quién derrotaría tan insensata como irresponsable acción contra la soberanía de Cuba, como ya lo ha hecho en el pasado.

Igualmente entendemos la posición del presidente venezolano, Hugo Chávez Frías. Venezuela ha realizado una revolución bolivariana utilizando la vía electoral. Quien ha recurrido a la ‘lucha armada’ ha sido precisamente la oligarquía venezolana vencida por la revolución bolivariana en 8 ó 9 elecciones. Cuánta razón tiene el Comandante Chávez cuando dice que en estos momentos la ‘lucha armada no tiene cabida’. Definitivamente no tiene cabida esa forma de lucha porque la revolución bolivariana –el pueblo- es la que está adelantando su proceso revolucionario, es la que está solucionando los ingentes problemas que le dejó la oligarquía venezolana, y esa revolución bolivariana cada día se profundiza más y más. A pesar de todos los intentos del imperio y su lacayo colombiano por desestabilizarla, para lo cual recurren a las acciones armadas, la invasión con narcoparamilitares y su cola tétrica, el narcotráfico.

Por ello estamos claros que en los actuales momentos en Suramérica está ‘fuera de lugar la lucha armada’, a excepción de Colombia. Si el imperio y sus lacayos agreden la revolución cubana y la revolución bolivariana en Venezuela, sus pueblos adelantarán la lucha integrados en sus ejércitos revolucionarios y patriotas que según las condiciones adelantarán la guerra regular o la irregular. Y desde Colombia, el pueblo adelantará la más sonora y movilizadora acción de masas en solidaridad con ellas, como siempre lo ha hecho con la revolución cubana, por ejemplo.

Ahora bien, digo en los actuales momentos porque si la situación cambia y el imperio estadounidense y las oligarquías lacayas de los diferentes países pretenden retrotraer los avances revolucionarios y democráticos –unos más profundos que otros-, y si por aquello del azar lograsen ‘sacar’ los revolucionarios de los estados y gobiernos, los pueblos tienen todo el derecho de adelantar la ‘lucha armada’ como una de las formas de lucha que aplicará para practicar la ‘lucha de masas, resistencia de masas, y nada de aventuras’.

Con lo que queda demostrado que es el imperio estadounidense y la oligarquía lacaya, con sus planes militares y económicos impuestos, la causa de que en Colombia existan unas FARC-EP. Unas FARC que entre sus banderas tiene la búsqueda de una salida política al conflicto social y armado, y es precisamente la oligarquía mafiosa-tradicional la que no quiere la paz en Colombia. Además, quién podría creer en un mafioso que es capaz de extraditar a sus socios narco-paramilitares a Estados Unidos –que estaban en un fementido ‘proceso de paz’ con su gobierno- como maniobra de distracción ante las crecientes denuncias de la narco-para-política y la yidis-política uribista.

Definitivamente, con un gobierno ilegal, ilegítimo, narcoparamilitar, es casi imposible unos acuerdos diáfanos, claros, que enrumben al país hacia la Nueva Colombia, en paz con justicia social, democracia, pluralismo, independencia, libertad y soberanía nacional. Pero la movilización popular es capaz de imponer lo inimaginable a la oligarquía y al imperio. Incluso un despeje de Pradera y Florida, y diálogos de paz.

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¿Qué plantean las FARC?


viernes, 22 de agosto de 2008

La necesidad de discutir y dialogar sobre la 'Plataforma Bolivariana' para avanzar en la salida política al conflicto social y armado interno que vive Colombia por una oligarquía narco-paramilitar y el imperio.

Por Allende La Paz

El Secretariado Nacional de las FARC ha planteado en su último comunicado publicado por ANNCOL, además de la reiteración de su propuesta de Intercambio Humanitario, "la discusión alrededor de nuestra Plataforma Bolivariana con la convicción profunda que Colombia será capaz de alcanzar la meta de un nuevo gobierno, de unidad, que logre la paz democrática y el rescate de nuestra refundida soberanía nacional".

Evidentemente que sobre el Intercambio Humanitario está casi todo dicho y lo nuevo es la publicación de la lista de los prisioneros en poder de las FARC. No creemos que el régimen narco-paramilitar de Uribhitler vaya a cambiar de la noche a la mañana sus 'inamovibles' y todo pareciera indicar que el Intercambio Humanitario se comenzará a mover de verdad a partir del 8 de agosto de 2010, sin que esto signifique que los sectores que están por el Intercambio Humanitario tengan que quedarse quietos. Por el contrario, en estos momentos es necesario redoblar esfuerzos para ir sensibilizando a todos los demócratas del mundo para la consecución de tan loable objetivo.

Pero ha llamado la atención -de sectores revolucionarios y democráticos mas no de los oligárquicos e imperiales- que las FARC planteén la discusión de la 'Plataforma Bolivariana' con todos los sectores interesados en buscarle una salida política al conflicto interno, social y armado, que vive Colombia por cuenta de una mafia-oligárquica empotrada en inquilinato en la Casa de Nariño. Plataforma que no puede verse como algo acabado e 'inamovible' sino que, como dice el comandante en jefe de las FARC, Alfonso Cano, "La idea de nuestra propuesta para sacar al país de la crisis, no es enredar a Colombia en un debate sobre los “modelos de desarrollo”. Ni más faltaba. Tampoco “tirar línea”, porque no pretendemos ser los dueños de la verdad absoluta. Queremos aunar voluntades, hacer converger a la mayor cantidad de colombianos en torno a salidas realistas, de cambio, que vayan al fondo de la problemática nacional teniendo en cuenta las particularidades del país, su historia y su idiosincracia". [1]

De lo que se trata es precisamente ir tendiendo los puentes imprescindibles para, mediante el diálogo civilizado, superar la noche negra en que tienen sumido al país la oligarquía narco-paramilitar y el imperio.

Por ello, nada más indicado que visibilizar esos puntos para ir avanzando en la discusión -en tanto no se comienzan los diálogos- de los puntos contenidos en la 'Plataforma Bolivariana'. Sobra decir que de la discusión -y el diálogo- se enriquecerán esos 10 puntos. Queremos enumerar algunos para que todos podamos tener una herramienta para la discusión y el diálogo. Esto dicen las FARC en su 'Plataforma Bolivariana':

"La Plataforma de 10 puntos para un Nuevo Gobierno, que tiene en cuenta el momento del desarrollo socio-económico del país, su situación política y por supuesto, la realidad internacional, propone integralmente, una salida a la crisis sobre estos criterios:

* *. Las profunda crisis nacional, debe solucionarse por las vías políticas.
* *. La oligarquía colombiana ha demostrado que es incapaz de conducir al país hacia el progreso material con justicia social, a la elevación de la moral pública y menos, de defender la soberanía nacional. Por lo tanto debe darle paso a los sectores populares para que gobiernen y administren la nación.
* *. La llamada Fuerza Pública (Fuerzas Militares y de Policía), así como todas las fuerzas que con armas defienden las instituciones oficiales, han sido condicionadas para proteger a los más ricos y reprimir a los más necesitados, por tanto deben disolverse y dar paso a una Fuerza Armada Democrática de corte BOLIVARIANO.
* *. La vida política colombiana debe sustentarse en la conducción y fiscalización de la cosa pública por parte de las mayorías.
* *. La política económica debe priorizar la FASE PRODUCTIVA, combatir la especulación y la usura, y tener como prioridad el cubrimiento DEL MERCADO INTERNO. Sus ramas fundamentales deben ser PÚBLICAS y por tanto debe terminarse la vagabundería de la PRIVATIZACIÓN.
* *. La tierra debe ser de quien la trabaja.
* *. Siendo el colombiano el principal patrimonio nacional, debe tener trabajo, comida, buen salario, buena vivienda, buen servicio médico, agua potable, buena y adecuada educación, facilitársele la investigación científica y cuidársele el medio ambiente que le están destruyendo.
* *. El narcotráfico es un cáncer de tipo político, social y sicológico que no se puede erradicar a punta de garrote.

Es una propuesta anti-neoliberal porque no le hacemos el culto al libre mercado".


El Comandante en Jefe de las FARC nos plantea sabiamente que "Queremos continuar razonando en voz alta con todo el país sobre la Plataforma" y en los demócratas verdaderos y en los revolucionarios colombianos y extranjeros encontrará la resonancia adecuada para avanzar en la lucha por la consecución de la Paz en Colombia. Porque 'el futuro de Colombia no puede ser la guerra civil'.


[1] A propósito de la Plataforma de los10 puntos... el deber ser. Cano Alfonso. 12.26.2007 http://mbolivariano.blogspot.com/2007/12/proposito-de-la-plataforma-de-los-10.html

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Paz

¿Qué plantean las FARC?


viernes, 22 de agosto de 2008

La necesidad de discutir y dialogar sobre la 'Plataforma Bolivariana' para avanzar en la salida política al conflicto social y armado interno que vive Colombia por una oligarquía narco-paramilitar y el imperio.

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Plan Colombia, Marulanda y política de paz de las FARC-EP


jueves, 29 de mayo de 2008

El papel de Manuel Marulanda en los diálogos de Paz. La política de paz de las FARC-EP.

Paz

Sin Uribes no habrían FARC


miércoles, 09 de julio de 2008

Es una costumbre de la oligarquía colombiana presentar las cosas al revés para así sacarle el esguince a sus responsabilidades como clase y como detentadora del poder. La más cruel violencia contra el pueblo es practicada por la oligarquía colombiana.

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